Nuevos cambios en la normativa SEPA – desaparición del esquema COR1

Desde el 21 de noviembre se incorporan novedades al entorno SEPA. European Payments Council (EPC), órgano que promueve la integración del sistema de pagos europeo, ha introducido modificaciones en la normativa vigente para la Zona Única de Pagos en Europa, más conocida como SEPA.

Las variaciones se producen cuando las empresas españolas apuran aún el periodo de transición en su esfuerzo por adaptarse al grueso de la regulación que desde junio de 2014 a febrero de 2016 ha introducido el EPC con el objetivo de armonizar y simplificar los pagos y cobros entre los países de la Unión Europea y su entorno.

PRINCIPALES CAMBIOS

  • 1. Desaparición del esquema COR1: Se trata del sistema más utilizado por las empresas en sus cobros. El esquema CORE – que cambia totalmente- asimila sus características.
  • 2. Reducción de los plazos en los cobros. El esquema CORE, que hasta ahora exigía entre 5 y 3 días de antelación para notificar al banco, reduce el plazo hasta un día. Esto supone una disminución del plazo del riesgo por devolución.
  • 3. El mandato, más simple: la autorización de un cliente para domiciliar recibos en su cuenta. El EPC (European Payments Council) simplifica la mecánica de este trámite obligatorio, pues ya no será necesario diferenciar entre primer recibo, los sucesivos y el último.

VENTAJAS PARA LAS EMPRESAS

  • 1. La reducción de plazos beneficia a las empresas que vendan en cualquier país de la zona SEPA, como Francia o Alemania, pues van a poder recibir antes en su cuenta bancaria el importe de la venta de sus bienes o servicios. Desde ahora, el periodo pasa de siete días a uno.
  • 2. Disminuye el plazo de riesgo por devoluciones, que pasa ahora de los 63 días a los 57. Es decir, se reduce un 10% el tiempo en el que las empresas saben que los recibos girados no van a ser devueltos, y por tanto pueden disponer con certeza de ese dinero.
  • 3. Los cobros y pagos en Europa, más sencillos: A la larga los cambios suponen un avance en la unificación del sistema de pagos en Europa, que hará más ágil y sencillo los pagos y cobros entre las empresas europeas, y reducirá los errores en las transacciones.

RIESGOS PARA LAS EMPRESAS QUE NO SE ADAPTEN A LOS CAMBIOS

  • 1. Rechazos o devoluciones: Si las empresas quieren seguir cobrando sin problemas han de adaptarse. De no hacerlo, o hacerlo de manera incorrecta, se producirán errores en el proceso de cobro, como son los rechazos o las devoluciones.
  • 2. Cobrar más tarde: No cobrar a su debido tiempo perjudica a la tesorería de cualquier empresa. Para aquellas que emiten cientos o miles recibos de manera recurrente (por ejemplo una compañía de suministro eléctrico o una de seguros) el daño puede ser aún mayor.
  • 3. Costes de financiación: No cobrar a tiempo afecta al cashflow en la tesorería y conduce a la empresa a la necesidad de financiarse. Por tanto, incurrir en más costes que los propiamente generados por la gestión y el seguimiento de esos recibos que no se han cargado en la cuenta debido a algún error.

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